Bienvenido
BIENVENIDO!
¡Hola!
De ratones también se vive... y “me hice mucho los ratones” en mi vida. Quizás porque no tuve un amigo gay o alguien que le gustase tener sexo entre varones, como existe ahora y es algo común.
Lo mío fue discreto, reservado, difícil, lindo, triste, y en algunas ocasiones, lamentable. Quienes se identifiquen conmigo seguro estarán pensando lo mismo, o por lo menos sabrán de qué estoy hablando: que no todas las relaciones sexuales son placenteras, más cuando uno carga con el pesado lastre de los prejuicios, de las prohibiciones, del qué dirán, de que hay que hacerlo sin que nos vean, etc. etc.
Siempre fui una persona tranquila en este aspecto. Busqué las oportunidades. Algunas se han dado, y otras las perdí. A las que pude vivir las conservo como gemas en mi memoria, porque no sólo se refieren a momentos sexuales intensamente vividos, sino que hablan de una hermosa y rica relación que mantuve con personas a las que llegué querer, admirar o respetar, según quien fuese en el reparto.
No fui ni soy amanerado; soy uno más del barrio, pero… siempre hay un pero. En lugares pequeños, villa, aldea, pueblo (como en el que vivo) similar a muchos otros de este bendito planeta, las calificaciones y descalificaciones están en el orden del día: muchacho soltero: pajero o puto; mujer soltera o sola (por alguna circunstancia): lesbiana o “comehombres”.
Hay personas rápidas y solícitas a la hora de etiquetar a sus pares y encasillarlos en grupos que, a menudo, no saben porqué, pero lo hacen.
Me gustaron siempre los hombres y me siguen gustando, tanto como animal racional como estético. Me siento muy a gusto con un varón a mi lado, me siento acompañado, protegido, y compruebo que puedo programar y disfrutar mi vida por el poco o mucho tiempo que pase con él.
Estas historias que te contaré, pueden acercarse mucho a las que has vivido tú. Circunstancia más, circunstancia menos, algo parecido en cualquier lugar del mundo. Lo que deseo hoy, es poder contarte mis vivencias, de las que podrás tomar experiencia, reírte un rato…, con las que te puedas identificar o, caso contrario, que sean útiles para hacerte una buena meneada (paja, masturbación), imaginando que tú eres el protagonista de estos relatos.
Por supuesto, todo será dentro de un marco cordial y ameno, sin ofensas ni ataque de ningún tipo. En otras palabras, de gay a gay.¡Claro que tú también puedes enriquecer este sitio con tus experiencias!
¡Adelante! Que no quiero ser el único. (Además, estoy ansioso por conocer la tuya…, la experiencia, claro... jajajajaja).
Un fuerte abrazo.
Eros Garoto
- - - - -
¡Hola!
De ratones también se vive... y “me hice mucho los ratones” en mi vida. Quizás porque no tuve un amigo gay o alguien que le gustase tener sexo entre varones, como existe ahora y es algo común.
Lo mío fue discreto, reservado, difícil, lindo, triste, y en algunas ocasiones, lamentable. Quienes se identifiquen conmigo seguro estarán pensando lo mismo, o por lo menos sabrán de qué estoy hablando: que no todas las relaciones sexuales son placenteras, más cuando uno carga con el pesado lastre de los prejuicios, de las prohibiciones, del qué dirán, de que hay que hacerlo sin que nos vean, etc. etc.
Siempre fui una persona tranquila en este aspecto. Busqué las oportunidades. Algunas se han dado, y otras las perdí. A las que pude vivir las conservo como gemas en mi memoria, porque no sólo se refieren a momentos sexuales intensamente vividos, sino que hablan de una hermosa y rica relación que mantuve con personas a las que llegué querer, admirar o respetar, según quien fuese en el reparto.
No fui ni soy amanerado; soy uno más del barrio, pero… siempre hay un pero. En lugares pequeños, villa, aldea, pueblo (como en el que vivo) similar a muchos otros de este bendito planeta, las calificaciones y descalificaciones están en el orden del día: muchacho soltero: pajero o puto; mujer soltera o sola (por alguna circunstancia): lesbiana o “comehombres”.
Hay personas rápidas y solícitas a la hora de etiquetar a sus pares y encasillarlos en grupos que, a menudo, no saben porqué, pero lo hacen.
Me gustaron siempre los hombres y me siguen gustando, tanto como animal racional como estético. Me siento muy a gusto con un varón a mi lado, me siento acompañado, protegido, y compruebo que puedo programar y disfrutar mi vida por el poco o mucho tiempo que pase con él.
Estas historias que te contaré, pueden acercarse mucho a las que has vivido tú. Circunstancia más, circunstancia menos, algo parecido en cualquier lugar del mundo. Lo que deseo hoy, es poder contarte mis vivencias, de las que podrás tomar experiencia, reírte un rato…, con las que te puedas identificar o, caso contrario, que sean útiles para hacerte una buena meneada (paja, masturbación), imaginando que tú eres el protagonista de estos relatos.
Por supuesto, todo será dentro de un marco cordial y ameno, sin ofensas ni ataque de ningún tipo. En otras palabras, de gay a gay.¡Claro que tú también puedes enriquecer este sitio con tus experiencias!
¡Adelante! Que no quiero ser el único. (Además, estoy ansioso por conocer la tuya…, la experiencia, claro... jajajajaja).
Un fuerte abrazo.
Eros Garoto
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